El suicidio de Onda Madrid (I)

Nota preliminar:

No suscribo las opiniones vertidas aquí por terceros, con algunas de las cuales estoy en profundo desacuerdo. A pesar de eso, y como quiera que este blog es el único reducto de comunicación pública y libre que creo que hay en Telemadrid, mantendré abierto el canal de comentarios. Eso sí: reservándome el derecho de retirar los que considere inadecuados o hirientes.

La tele va levantando cabeza porque algunos se han empeñado en ello, la web funciona como un cañón porque allí no hay sindicalistas y la radio, que fue lo primero que supimos que se salvaba, cada vez está más cerca de desaparecer. La primera razón es que ahí anida, proporcionalmente, el mayor número de sindicalistas tóxicos de todo el ente público RTVM.  La segunda es que el comité de empresa no es el único poder empeñado en que la emisora permanezca en negro.

Onda Madrid está en la UVI. El primer aviso extraoficial de la Comunidad llegó el viernes: un primerísimo mandatario nos ha dicho que no entiende que la radio, una vez que sus puestos de trabajo se han salvado, no esté informando sobre todo lo que ocurre durante veinticuatro horas al día. Una emisora que no emite ni siquiera música, parada durante días por alguien que no entiende que un negro en la tele es una imprudencia, pero un negro en la radio es un suicidio, porque la gente cree que hay un problema técnico o que la emisora ha cerrado. Esos oyentes ya no vuelven nunca.

Los huelguistas, que saben que casi todos estáis salvados, tienen que volver. Al principio, los sindicatos les ocultaron que tenían sus puestos asegurados para que no rompieran la unidad de huelga con los demás. Pero hace una semana que los desenmascaramos y ahora toda la gente que sigue a las centrales ya sabe que están a punto de matar la radio. El argumento de huelga “por solidaridad con los demás compañeros” es una estupidez. En buena medida es por solidaridad con los responsables de CGT, que quieren echar a todo el mundo porque ellos se van y prefieren irse arrastrando más cadáveres. Además, aunque queráis salvar al que tiene metidos los dedos en un enchufe, no podéis salvarlo agarrándolo: él se abrasa de todos modos y vosotros también.

La empresa ha decidido echar a los seis técnicos de exteriores, cinco de los cuales son buenos trabajadores. Ni merecen ir afuera ni la decisión puede justificarse con el análisis de ninguna consultora que tenga tan poca idea sobre el medio que pretenda inventar la radio local sin ventanas a la calle.

Cinco de los siete periodistas del magazine matinal son sindicalistas, afiliados o no, y así les va. Entre junio y noviembre del año pasado, ambos meses incluidos, el número de días que el equipo trabajó al completo fue de…ninguno. Comprobad los fichajes. Todos los días hubo alguno enfermo, o con chupetines, o de vacaciones atrasadas, o con un niño que llevar al colegio a hora diferente a la habitual, o cuidando a un enfermo, o quién sabe dónde y haciendo qué. Así les va: 2.000 oyentes en la tercera oleada del EGM de este año. Sí, dos mil. Tres de los cuatro redactores del magazine de la tarde son sindicalistas. Este año han llegado a dejar grabado un programa porque coincidía con una manifestación. Ningún oyente en la tercera oleada. En la empresa privada estarían todos en la acera. Diréis que me estoy cargando la radio. Pues no: estos datos son públicos y están en Sol. Y tengo que vocearlos aquí porque esto lo lee todo el mundo y porque, si los huelguistas no vuelven, os vais a quedar todos sin trabajo. Vosotros veréis cómo los convencéis de que dejen de salvar el planeta, pero tienen que volver a trabajar, o al menos a lo que habitualmente hicieran mientras estaban en la radio. Y tienen que volver hoy.

Si hubiéramos trabajado para tener espectadores y oyentes, a lo mejor ahora no estaríamos colgando fotos de los niños junto a los ascensores.

Juan López López

ANEXO: ¿Ha habido gente que ha pegado a gente en la radio y no ha sido sancionada jamás? ¿Hay un sindicalista que hacía la compra todas las semanas con la unidad móvil? ¿Pidió horas sindicales para librarse de trabajar el 24 de diciembre? ¿O para ir a limpiar playas? ¿Hay varios técnicos que se llevan el ordenador de casa para jugar a Piratas del Caribe o ver películas durante su jornada? ¿Acaba de liberarse algún delegado sindical precisamente ahora?

Las respuestas a éstas y otras preguntas, mañana lunes a las 22:00 horas, aquí.

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Ni me alineo ni me alinearé con ningún poder político ni empresarial.
Combato a los sindicatos cuando son violentos e improductivos.
Entiendo la angustia de los trabajadores de Telemadrid porque soy uno de ellos.
Que cada palo aguante su vela.