Quién se ha cargado la tele

Nota preliminar:

No suscribo las opiniones vertidas aquí por terceros, con algunas de las cuales estoy en profundo desacuerdo. A pesar de eso, y como quiera que este blog es el único reducto de comunicación pública y libre que creo que hay en Telemadrid, mantendré abierto el canal de comentarios. Eso sí: reservándome el derecho de retirar los que considere inadecuados o hirientes.

Se ha puesto de moda hacer creer al personal que soy un directivo que quiere desprestigiar a los sindicatos echándoles una culpa que los pobres no tienen. Primero: si me estoy haciendo tan popular como para que hablen tanto de mí sin haber hecho casi nada, por algo será. Quizá porque hacía años que era necesaria una crítica en voz alta. Mala cosa para nuestra salud democrática. Segundo: tan oficialista no puedo ser cuando opino que la gestión ha sido mala. Lo que pasa es que a las once de la mañana es de día y al vino, vino. No se podía haber hecho mucho mejor con tanta gente negligente “trabajando”. Ni con un sindicalista poniéndonos a parir a todos, no al presidente, en una tele rival. No hay una sola persona que imagine a algún redactor de El País, con el pedazo de ERE que han hecho, poniendo a parir a Juan Luis Cebrián en ABC. ¿Cuántos minutos habrían tardado en despedirlo? Otro día hablamos del tipo que nos desprestigia sistemáticamente a todos, no al director general. Hoy hablamos de lo que todos hemos hecho u omitido para que la audiencia cayera.

Yo quedaría muy bien diciendo que los de Explotación que remaban en contra de la tele, a los que no quiero que despidan, eran cuatro. Pero aquí no son cuatro los que llevan el convenio bajo el brazo, como si fuera la Biblia, para no trabajar más que lo que están obligados a trabajar porque está escrito y no tienen más remedio.

Los que salen con cámaras están hasta el gorro de que algunos compañeros desganados consigan que sea un milagro grabar en condiciones. Un amigo me cuenta el caso de una vez que un cable no llegaba y el compañero decidió que aquel fallo del material no era cosa suya: el TN se quedó sin sus totales.

Mi compañero de mesa intenta grabar un reportaje con el tiempo de las siete horas de turno muy justito. Un montador de arriba, un señor de cierta edad, viene veinte minutos tarde y desayuna durante media hora más que lo que le corresponde. Trabaja al ritmo que le sale de las narices y decide que se marcha a las 14:56 para no perder la ruta. El reportaje sale, pero porque en el último segundo lo deja volcándose y yo mismo tengo que recoger el disco dejándolo todo encendido. Su objetivo laboral de la jornada se ha cumplido: ha desayunado a gusto y ha cogido la ruta.

En el buzón del blog hay seis casos de gente que tiene que caerle bien al técnico para que el trabajo salga. Los de la Onda saben que a veces tienen que suplicar para que les graben. Por favor, denunciad en el blog. Anónimamente.

Un sindicalista al que le tocaba trabajar en Nochebuena pidió el cambio de turno y le dijeron que no. Entonces pidió horas sindicales, ¡en Nochebuena! y se largó, colocándole el marrón a un compañero. Si quiere, publicamos, lugar, nombre y fecha aproximada.

Aguirre anuncia que nos coloca treinta minutos más de jornada. El de UGT se vuelve loco intentando evitarlo: no es necesario para el volumen de trabajo que hay (justificando despidos, claro); pueden coincidir dos personas en cada mesa y molestarse; mejor emplear la media hora en cursos de formación…El tío no ha trabajado más en su vida que ahora que está pensando cómo apañárselas para no trabajar. El señor de mi tienda de ultramarinos trabaja desde la mañana hasta la noche para que trabajadores y “notrabajadores” ganemos más que él aquí. El del bar hace eso siete días a la semana.

He visto a un chico de prácticas estornudar y a todo un equipo decirle que se fuera a su casa y preguntarle horrorizado cómo se le había ocurrido venir a la tele en esas condiciones. Nadie le echa este morro al trabajo en una televisión privada, porque dura diez días. Aquí, los vagos están enquistados para siempre. Como de costumbre, no estamos hablando de todos, pero empiezo a cansarme de decir eso y los que se esfuerzan ya saben que no va con ellos. Llas cosas claras o no arreglamos nada: los que han hecho que la empresa se hundiera NO son cuatro.

No sé cuánta gente liberada hay que no podría trabajar ahí afuera. Si alguien los ha contado, que lo diga. Perdón a todos los que cada día traéis al trabajo sudor de currantes y sueños de una televisión mejor, pero también os oigo decir esto.

Juan López López

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Ni me alineo ni me alinearé con ningún poder político ni empresarial.
Combato a los sindicatos cuando son violentos e improductivos.
Entiendo la angustia de los trabajadores de Telemadrid porque soy uno de ellos.
Que cada palo aguante su vela.